domingo, 4 de junio de 2017

Imprimiendo una mente

Bueno, vamos a ver. ¿Cuál es el proposito de este blog? No pretendo crear contenido de calidad, no pretendo que nadie lo lea, no pretendo que deposite ningún mensaje en ninguna mente. ¿Entonces?

Es muy sencillo: dentro de mi cabeza, en mi hermosa materia gris hay una mente. Esa mente está viva (y soy yo), y hace cosas. Concretamente, piensa. Razona. Divaga. Relaciona conceptos. Aplica la lógica. En definitiva; funciona.

Toda la realidad pasa por este filtro de mi mente para convertirse en mi realidad. Me enseña el cómo veo yo el mundo, el cómo soy capaz de relacionarme con mi entorno. Y no, no estoy hablando de meros asuntos fisiológicos.

Mi cuerpo me ayuda a moverme por el entorno físico, por el tiempo y el espacio. Pero mi mente... mi mente va a la deriva a través de un enorme mar lleno de todo un poco, donde existe otros millones de seres pensantes, y donde la vida es distinta.

Retomando pues la pregunta inicial, ¿para qué sirve este blog? Pues es sencillo: me sirve para vomitar todo lo que esté pasando ese momento por mi mente, en un intento de recopilar ideas, pensamientos, puntos de vista, formas de ver el mundo. El problema que me encuentro ante tal atrocidad es que no hay un orden. No organizo por temas, por etiquetas, ni siquiera por fechas. Simplemente escribo lo que me apetezca en ese momento. Y ni siquiera mediante una redacción impoluta. Sólo me preocupo ligeramente de la gramática y ale, a pastar. Es como abrir un agujero en un globo de agua y quedarse con algunas de las cosas que salen de ese agujero.

Pero bueno, que desvaría. ¿Y si organizara mi mente de alguna manera? ¿Y si pusiera de manifiesto todo lo que soy en un documento? ¿Se puede hacer?

No lo sé.

lunes, 1 de mayo de 2017

Patriotismo y otros rebuznos

¿Qué es el nacionalismo? Que si una ideología, que si una forma de pensar, defender la patria, querer a tu tierra... Menudos truños, la verdad.

El nacionalismo es un arma política, usado desde hace tanto que da hasta pereza volver a explicarlo. Se utiliza en el ejército, para poder tener controlada a una masa furiosa de asesinos entrenados. Se usa en elecciones, para crear una imagen cándida a ojos de gilipollas. Se utiliza en el culto y la religión, para defender una posición de poder prácticamente ancestral. No da miedo, lo que da es hartazgo.

Uno pensaría que la gente avanzaría en cuanto a pensamientos, críticas y demás cosas, pero no, vamos para atrás y a un ritmo alarmante. ¿A alguien le suena lo del nazismo y tal? Bueno, pues ha vuelto, y en forma de chapa. Una incansable y abrasadora chapa de verborrea barata.

Escuchar a un nazi defender su postura es como escuchar a un chihuahua ladrando. Molesto, cansino, inútil... Es lo que tiene intentar dialogar con animales sin raciocinio. Y sí, les trato muy duramente, pero no por las mierdas de Hitler y tal, si no porque son imbéciles. Todos. Marionetas que se dejan manipular tranquilamente con el pretexto de la patria y la nación, y se chocan de bruces con la realidad en cuanto entablan conversación con alguien (con un ser humano, claro, entre ellos se entienden).

Es triste, pero es lo que hay. Intentan frenar la globalización, la pluriculturalidad, los idiomas, textos, material audiovisual... Cultura, al fin y al cabo. Porque les han enseñado que la cultura y el progreso son malos, y no lo entienden, pero lo asumen. Quien dio la orden de quemar libros o boicotear películas es porque sabe de qué va esta mierda, pero ese es uno de cada mil, uno que manipula a mil, claro. Muy triste.

Por mi parte, esgrimiré la cultura por delante siempre que pueda, y a malas, esperaré hasta la siguiente generación, a ver qué pasa.