lunes, 1 de mayo de 2017

Patriotismo y otros rebuznos

¿Qué es el nacionalismo? Que si una ideología, que si una forma de pensar, defender la patria, querer a tu tierra... Menudos truños, la verdad.

El nacionalismo es un arma política, usado desde hace tanto que da hasta pereza volver a explicarlo. Se utiliza en el ejército, para poder tener controlada a una masa furiosa de asesinos entrenados. Se usa en elecciones, para crear una imagen cándida a ojos de gilipollas. Se utiliza en el culto y la religión, para defender una posición de poder prácticamente ancestral. No da miedo, lo que da es hartazgo.

Uno pensaría que la gente avanzaría en cuanto a pensamientos, críticas y demás cosas, pero no, vamos para atrás y a un ritmo alarmante. ¿A alguien le suena lo del nazismo y tal? Bueno, pues ha vuelto, y en forma de chapa. Una incansable y abrasadora chapa de verborrea barata.

Escuchar a un nazi defender su postura es como escuchar a un chihuahua ladrando. Molesto, cansino, inútil... Es lo que tiene intentar dialogar con animales sin raciocinio. Y sí, les trato muy duramente, pero no por las mierdas de Hitler y tal, si no porque son imbéciles. Todos. Marionetas que se dejan manipular tranquilamente con el pretexto de la patria y la nación, y se chocan de bruces con la realidad en cuanto entablan conversación con alguien (con un ser humano, claro, entre ellos se entienden).

Es triste, pero es lo que hay. Intentan frenar la globalización, la pluriculturalidad, los idiomas, textos, material audiovisual... Cultura, al fin y al cabo. Porque les han enseñado que la cultura y el progreso son malos, y no lo entienden, pero lo asumen. Quien dio la orden de quemar libros o boicotear películas es porque sabe de qué va esta mierda, pero ese es uno de cada mil, uno que manipula a mil, claro. Muy triste.

Por mi parte, esgrimiré la cultura por delante siempre que pueda, y a malas, esperaré hasta la siguiente generación, a ver qué pasa.

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