viernes, 13 de marzo de 2015

Muerte a los spammers de Whatsapp

Bueno, quizás os aburrís, quizás no, pero si estáis leyendo esto, es porque os interesa lo que voy a decir. Aunque realmente yo no digo nada, sólo lo escribo. Y no estoy "a punto de". Ya está escrito. Si lo estás leyendo, es porque ya está escrito, ¿no?

Bueno, dejando eso de lado, comencemos con el tema en cuestión: me cago en los putos spammers de Whatsapp (entendiendo spammer como un anglicismo cuyo significado es "persona sin vida propia y con don de tocapelotismo con capacidad de enviar más de 15 mensajes por segundo y que hacen que tu móbil vibren más que el puto consolador de Sasha Grey").

Así es, hay gente que parece ser no entiende que tu vida contempla más aspectos que responder los mensajes de Whatsapp. Envían mensajes a cualquier hora, y en cuanto ven que pasas de ellos (porque pasas de ellos) te llenan el móbil de mensajes de mierda para reclamar tu atención. Dan ganas de matar gente, esto es así, pero hay que contenerse. Probablemente, se cansen ellos antes que tú, ¡JA! Te enviarán mensajes y mensajes, cada vez más seguidos, hasta que respondas. No se cansan. Jamás. Nunca.

Y una vez has respondido con algún mensaje corto, dando a entender que NO QUIERES HABLAR, si vuelves a tus labores de ignorar tales borregos volverán a empezar el ritual, sin ningún tipo de problema o inconveniente. En efecto, no sólo exigen que leas los mensajes que te mandan siempre y que les respondas al instante, no; también exigen que te mantengas en su conversación hasta que ellos lo estimen pertinente.

Y no se acaba ahí la cosa, qué va... Cuando eres tú el que quiere hablar con ellos (vete tú a saber con qué oscuro fin alguien querría algo así), no responden al instante, no; prefieren esperar a las siguiente dinastía de emperadores chinos para contestar. Y cuanta más urgencia requiera tu asunto con ellos, más tardarán en contestarte.

Por todas esas cosas, muchas veces me dan ganas de cojer mi teléfono móvil, meterlo en una práctica bolsita de plástico cerrada herméticamente y metérsela por el ano a más de uno. Dios, qué asco de gente, ahora entiendo a Hitler y su manía de exterminar razas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario