viernes, 13 de marzo de 2015

Pausa dramática ligeramente excesiva

Bueno, pues sí, supongo que alguien habrá notado mi ausencia. En efecto, he desaparecido un tiempecito más bien largo. ¿Y a qué se debe eso? Pues a una mezcla de inconmensurable trabajo de parte de la universidad y a que se rompió el teclado de mi portátil. En efecto, se rompió el teclado, inutilizando unas cuantas teclas. Teclas al azar, por cierto, no es que se rompiera una región concreta, no: la mitad de teclas iban, la otra mitad no. Así porque sí.

El caso es que ahora tengo un teclado nuevo, el cual he enchufado mediante USB a mi portátil y ahora va como la seda. No solo me permite escribir lo que me salga de los huevos, si no que además también dispongo de la universidad, donde en su biblioteca hay un excelente equipo de ordenadores de última generación listos para ser usados.

En fin, que si no he actualizado este bloc hasta la fecha es básicamente por las razones que he mencionado ahora mismo (si levantas la vista 5 cm lo verás). También ha influido la vagancia y la pereza, pero bueno. Cosas que pasan.

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