viernes, 25 de mayo de 2012

Arrivederci, preocupaciones

Bueno, parece ser que se cierra por fin este capítulo porculero que son los exámenes y las recuperaciones. Hoy mismo he salido del último examen de la semana y del mes, con la misma chuleta con la que había entrado (nada importante, sólo un tatuaje de fórmulas que me cubre la palma entera). Se podría decir que el estrés ha estado allí, cada día, incluso cuando el jueves me quedé hasta las 3 y pico de la mañana acabando un trabajo de un maldito libro de lectura en catalán que dan ganas de quemarlo por San Juan. Imaginaos el estar con los ojos medio cerrados leyendo resúmenes del libro (no, no me lo he leído, me van las emociones fuertes) para contestar las distintas preguntas que se planteaban de forma que pareciese que sabía de lo que hablaba, realmente un arte que llevo practicando en exámenes de filosofía e historia desde que tengo uso de razón (a partir de la segunda evaluación de este curso, aproximadamente). Pero bueno, al fin puedo comenzar a aligerar peso en mi mente e ir olvidando ciertas asignaturas que ya tengo aprobadas (como por ejemplo filosofía o biología), al menos hasta selectividad, que por mi cara bonita la haré en septiembre. Ahora preveo una larga temporada de cerca de tres semanas muchísimo más relajado, yendo a clase sólo a repasar, con el calorcito veraniego y la mayoría de tardes libres para hacer un poco lo que me apetezca. ¡Soy libre!

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