miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿Mejor tarde que nunca?

Bueno, como casi cada día, aquí estoy yo; fuera, la más absoluta nocturnidad y alevosía (vale, no, sólo nocturnidad). Dentro, todas las luces apagadas, ni un solo ruido excepto por las teclas del teclado de mi PC. Y pienso yo, ¿está bien eso de estarme hasta las tantas despierto porque sí? No tengo ninguna razón contundente para estar despierto, simplemente que no me gusta dormirme temprano, no sé por qué. Claro, ahora en verano se sobrelleva, ya que si me acuesto a las dos de la mañana al día siguiente puedo permitirme el lujo de despertarme más tarde (hacia las once o las doce de la mañana). Pero, ¿y cuando vuelva a la rutina del instituto? Me temo que no tengo más remedio que comenzar a acostarme más temprano, pero sé que me costará deshacerme de tal tradición. Llevo meses, incluso algún que otro año yéndome a dormir de madrugada, incluso cuando al día siguiente tenía exámenes a primera hora. Claro, el resto del día no tengo tiempo para dormir, así que deambulo por las calles con la cara cansada y el cuerpo agotado (parezco la Duquesa de Alba pero en guapo). Así pues, intentaré dormirme más temprano a partir de ahora. Y lo dejo por escrito, para acordarme de que tengo que estar despierto todo el día y para ello no puedo escatimar en horas de sueño. Bueno, probablemente mi yo del futuro no le haga caso a mi yo del pasado (mi yo del pasado en el futuro, que ahora soy el yo del presente), así que veo tonto escribir todo esto. Pero es tarde, no me apetece pensar mucho y la música que escucho es estridente. Una pequeña reflexión nocturna siempre viene bien. Y ahora, a descansar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario