martes, 4 de septiembre de 2012

Otro verano más...

Bueno, parece ser que ya se va el calor, las medusas van desapareciendo de la playa y los días se van acortando más. ¿Cambio climático? Quizás, pero está claro que lo que pasa es que se acaba el verano, con todo lo que ello conlleva. Sin ir más lejos, yo comienzo otro divertido y apasionante curso de instituto, que por si no era ya bastante apasionante y dinámico, resulta que es exactamente el mismo que el del año pasado (por la cuestión de que repito curso y todo eso). Para los que no hayan captado la ironía: detesto comenzar un nuevo curso y más aún si ni siquiera aprenderé cosas nuevas. Es como perder el tiempo, pero recordando día tras día que estaba en mi mano que algo así no sucediera. Nunca he repetido curso, y tampoco me parece una barbaridad repetir 2º de bachillerato, más si es el científico, endemoniado como él solo. Así pues, llevo desde el último curso arrastrando una extraña sensación de culpa y bochorno, reforzada gracias a la idea de que he sido el único de mi clase que ha repetido. Sí, 20 alumnos embutidos en un aula para que se vayan todos menos uno a la universidad. Lo único que me reconforta es pensar que ahora me reencontraré con todos aquellos que repitieron 1º de bachillerato y fueron mis compañeros de pupitre. A ver si alguno se acuerda de mí...

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